Una cosa es sentir Vacío y otra que haya vacío en tu Sentir. A la Vida no hay que añadirle ni quitarle nada para que sea Vida. Ya es COMPLETA siempre tal y como es. Y nosotros, que somos esa Vida, también.
A través de la Espiritualidad, muchas veces lo que hacemos es escapar. Escapar de la incomodidad, incertidumbre, soledad, ira, tristeza, frustración, celos, envidia, asco, miedo. Y para no sentir esas emociones, buscamos tener experiencias espirituales, subidones temporales disfrazados de éxtasis. Pero no son más que eso: otro tipo de fuga de la Vida que (nos) está sucediendo Aquí y Ahora.
¿Sabes cuál es la mayor experiencia espiritual que puedes tener? ESTAR VIVO. Así de sencillo. Cuando lo Comprendes, la búsqueda cesa porque siempre estás teniendo, siendo, lo que anhelas, pero no eres consciente de ello porque nadie te lo ha explicado. Porque desde que nacemos nos repiten que la felicidad es estar a todas horas en lo alto de la ola y que si no te sientes así, es que hay algo mal y a arreglar en ti.
La moraleja de la Vida es que no tiene moraleja. Es que no puedes Saberla sino sólo Vivirla. Experimentarla. Sentirla en la forma que sea: más dolorosa o más placentera. Te zarandea, te descoloca, te sacude y te despeina cuando CREES que sabes algo de su Esencia. Para que vuelvas a preguntarle «quién soy». Para que vuelva a responderte a gritos que ERES ELLA.
No se trata de eliminar una cara de la moneda (no se puede) sino de vivir nuestras contradicciones de manera armónica. De dejar de tomarnos tan en serio. De viajar hacia Dentro para darnos cuenta de que la Paz es posible, pero que nunca la hallaremos Fuera de nosotras mismas.
La Realidad es lo único que Existe. Y no son sólo golpes, también son Caricias. No son sólo tristezas, también alegrías. Las alegrías que respiran en la vida cotidiana y de las que no somos conscientes porque estamos constantemente enfocados en las oscuridades pasadas o no pasadas.
No se trata de cambiar la Vida, a ti, sino tu MIRADA. Tu DESDE DÓNDE haces y eres. Tu CÓMO.
El Vacío está lleno de Plenitud.
Lhatidos 